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miércoles, 18 de marzo de 2009

Para China el desafío y la oportunidad siempre vienen juntos

Keith Bradsher

La debacle económica global y los esfuerzos destinados a revertirla probablemente conviertan a China en un competidor económico más fuerte aún de lo que era antes de la crisis.

China, la tercera economía del mundo, después de Estados Unidos y Japón, ya se había vuelto más enérgica y segura. Y ahora está aprovechando su inusual posición como un país con gran cantidad de efectivo y un sistema bancario sólido, en un momento en que muchos países carecen de ambas cosas, para comprar recursos naturales y ganar nuevos amigos.

La semana pasada, el primer ministro, Wen Jiabao, incluso le recordó a Washington que, en su condición de uno de los mayores acreedores de Estados Unidos, China espera que Washington proteja sus inversiones. Los dirigentes de China están convirtiendo la crisis económica en una ventaja competitiva, según dijeron algunos analistas económicos.

El país está usando su paquete de estímulo de casi 600.000 millones de dólares para permitir que sus empresas tengan más competitividad en el mercado interno y en el exterior, para volver a adiestrar a los trabajadores golondrina en inmensa escala y para ampliar rápidamente los subsidios destinados a investigación y desarrollo. Ya se ha iniciado la construcción de nuevas autopistas y líneas férreas, que probablemente reduzcan de manera permanente los costos de transporte. Y mientras los líderes estadounidenses se esfuerzan por revivir el crédito, los bancos chinos han hecho más préstamos en el curso de los últimos tres meses que en los 12 meses precedentes.

"Los últimos retoques del paquete de estímulo revelan un especial interés por la competitividad a largo plazo de la industria china", dijo Eswar S. Prasad, un ex jefe de la división China del Fondo Monetario Internacional. "Un mayor gasto destinado a educación y desarrollo, junto con las cifras ya asignadas a inversión en infraestructura, estimulará la productividad de la economía."

Además, la recesión internacional está logrando cosas que las autoridades chinas intentaron hacer sin conseguirlo durante cuatro años: detener la inflación, revertir una creciente dependencia de las exportaciones y hacer estallar una burbuja inmobiliaria antes de que pudiera llegar a hacerse más grande.

La recesión de casi todas las grandes economías del mundo está infligiendo verdaderos daños en China: provocó una caída récord de las exportaciones, dejó sin empleo a 20 millones de trabajadores y aumentó la posibilidad de una constante agitación social. Pero tal como el presidente Hu Jintao dijo al Congreso Nacional del Pueblo la semana pasada: "El desafío y la oportunidad siempre vienen juntos" en ciertas situaciones, una cosa puede transformarse en la otra".

Con ese propósito, las empresas chinas buscan hacer negocios en el extranjero. El ministro de Comercio anunció el lunes que se estaba facilitando mucho el proceso de aprobación gubernamental para las empresas chinas que buscan el permiso para hacer adquisiciones en el exterior.

Beneficios
Las iniciativas del gobierno coinciden con algunos beneficios inmediatos de la recesión en el caso de China. Por ejemplo, los costos de envío aéreo y marítimo se han reducido dos tercios desde el verano pasado, con la caída de la demanda.

Los salarios de los obreros, que se habían duplicado en el transcurso de cuatro años en algunas ciudades costeras, se han reducido para muchos este invierno. Esto generó problemas personales pero revivió la ventaja de China en lo referido a los costos laborales.

Los administrativos calificados, que escaseaban un año atrás, ahora se consiguen inmediatamente, ya que hay muchos disponibles a causa de los despidos. Y posiblemente sigan desempleados? aunque la falta de trabajo a ese nivel podría plantear una amenaza de agitación social. La limitada oportunidad de empleo contribuyó a las protestas de hace 20 años en la plaza de Tiananmen.

Los obreros no especializados son los que tienen mayores dificultades para conseguir empleo. Pero con los subsidios de Pekín, los gobiernos provinciales se han embarcado en programas de entrenamiento vocacional en gran escala, similares a los propuestos en Estados Unidos, pero que jamás se han probado en la realidad.

Al incrementar la productividad, los programas de capacitación pueden reducir los costos laborales por unidad de producción durante los próximos años. Pero también pueden preservar la estabilidad social al mantener a los desempleados alejados de las calles, aunque los funcionarios chinos niegan que ésa sea su intención.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Estado: Ser o no ser

A la espera de la refundación del capitalismo prometida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, cabe hacer un primer balance político de la hecatombe, no ya de ganadores y perdedores, porque todos pierden, pero unos más y de forma distinta que otros.

El primer perdedor, catastrófico, El neoliberalismo Republicano, que recoge ahora la siembra económica monetarista, no solo de los 2000, sino que se arrastra desde Reagan en los 80. La dirección estaba en la pared; un ciclón que devastó Nueva Orleans, desprotegida de un Estado que no había considerado necesario el mantenimiento de sus diques; o en Gran Bretaña, un sistema ferroviario privatizado que probablemente es el peor de Europa, . El eterno debate entre la presunta eficacia, pero egoísta, de la iniciativa privada y la garantía de una cierta justicia, pero sin calidad asegurada, del servicio público, se ha definido hoy rotundamente a favor de la segunda.

Otro perdedor, Rodríguez Zapatero, que tiene la mala suerte de gobernar cuando se produce una gravísima quiebra de la prosperidad nacional. Carlos Solchaga dijo hace un tiempo que los españoles "habían sufrido un ataque de riqueza", y el despertar de lo que algunos podrán temer que sólo haya sido un sueño es tan duro que alguien tiene que pagarlo.

Perdedores muy matizados tendrían que ser los responsables chinos y rusos, Hu Jintao y la dupla Putin-Medvedev, porque ambos poseen reservas billonarias para capear la crisis.

El caso de Hugo Chávez en Venezuela es contradictorio porque, al igual que Lula en Brasil, se beneficia del fracaso intelectual en América latina del neoliberalismo norteamericano, pero como señala The Economist , por cada 10 dólares que baja el crudo, a Caracas dejan de ingresar 5000 millones al año, y por debajo de los 75 dólares el barril -ronda los 60- no alcanza para sostener el ritmo de importaciones, ni mucho menos financiar a los activistas pro Chávez fuera de Venezuela.

Para Sarkozi, como buen francés gran acuñador de palabras, la crisis no hará sino devolverlo a su verdadera nacionalidad. El presunto liberal a la americana de su primer año de mandato ha dado paso a la socialdemocracia corporativo-galicana de toda la vida.

El estado natural de las cosas seguramente es el sistema capitalista: la búsqueda del beneficio personal sin miramientos, mientras que el socialismo es una impostura del instinto, que en ocasiones se fabrica, avergonzado, el ser humano. Pero ese grado mínimo de socialismo que por sí sólo encarna la existencia de un Estado democrático interventor es todo lo que separa a la sociedad de la selva. Ese es el socialismo del siglo XXI.

lunes, 13 de octubre de 2008

Tras el plan europeo, las bolsas del mundo cerraron en alza


El Dow Jones subió 11,37%, mientras el Viejo Continente reflejó históricas subas en sus promedios; impacto por la decisión de los 15 países de la zona euro de garantizar el financiamiento de sus bancos; las plazas asiáticas, con intensas alzas

Impulsados por el plan de salvataje acordado entre los 15 países de la zona euro y el plan acordado por el G7 en Washington, Wall Street recuperó notablemente la confianza en la primera jornada de la semana con una fuerte alza, mientras que se registraron históricas subas en Europa.

Después de semanas oscuras, el índice Dow Jones de Industriales terminó hoy la sesión con un alza del 11,37% o cerca de mil puntos, en un ambiente de mayor confianza sobre una posible estabilización de los mercados financieros.

Según datos disponibles al cierre, ese índice, que agrupa a algunas de las mayores corporaciones estadounidenses, avanzó 961,11 puntos, hasta las 9.412,30 unidades, la mayor subida en puntos que registra en su historia.

En tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, llamó a una reunión con los jefes de los principales bancos de Estados Unidos, señaló el diario Wall Street Journal.

Paulson discutirá un plan para tomar participaciones accionarias en firmas financieras, agregó el periódico. Los presidentes ejecutivos de los bancos Bank of America, JPMorgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Citigroup concurrirán a la reunión, dijo el diario citando a fuentes.

Tras los esfuerzos internacionales del fin de semana para estabilizar a los mercados y en espera de que los países europeos detallasen durante la tarde sus planes de acción, las bolsas reaccionaron en forma positiva: el índice FTSE 100 de la Bolsa de Londres subió un 8,26%, después de haber caído un 8,85% el viernes, su mayor desplome en un día desde el crac de octubre de 1987.

En tanto, la Bolsa de Francfort, que el viernes había perdido un 7,01%, ganó 11,40%, y París se afirmó un 11,18% recuperándose del 7,73% perdido el mismo día. El índice Ibex 35 de los principales valores de la Bolsa de Madrid progresó un 10,65%, su mayor suba en la historia.

La confianza parecía así haber vuelto a los mercados, después de que durante una cumbre en París, los 15 países del Eurogrupo decidieran garantizar el financiamiento de sus bancos hasta fines del año próximo.

La cumbre en París fue el último capítulo de un fin de semana plagado de esfuerzos internacionales por contener el avance de la crisis financiera, que incluyó la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial en Washington y sendas reuniones del G7, que nuclea a las mayores potencias del mundo, y del llamado Grupo de los 20 (G-20), que agrupa a países industrializados y en desarrollo.

Por su parte, las alzas también incluyeron a los mercados asiáticos, donde todas las bolsas cerraron con fuertes alzas. Hong Kong ganó 10,24%, Seúl 3,8% y Shanghai 3,65%. En la misma línea también cerraron en verde Sídney (5,6%), Taipei (+2,15%) y Manila (+1,0%).

Paper del Deutsche Bank: "No creemos que la demanda de dólares en Argentina pueda ser contenida”

"¿Se está esperando que ocurra un accidente en la Argentina? Estamos preocupados por el riesgo de una sustancial devaluación en la Argentina. La aparente estabilidad del tipo de cambio y de las reservas en u$s47.000 millones es, en nuestra opinión, maquillaje.” El pronóstico apocalíptico, en medio de la crisis financiera internacional, proviene del lugar menos pensado por el Gobierno: el Deutsche Bank, uno de “los tres importantes bancos” –como los llamó Cristina Fernández– que presentaron la propuesta de canje de deuda a la que apuesta la Casa Rosada para despejar los vencimientos del año próximo. El diagnóstico circuló en un informe reservado que la entidad envió a un selecto grupo de clientes. El representante en el país de la entidad de origen alemán se reunió hace dos semanas con la Presidenta, a quien sólo expresó sonrisas y elogios, al formalizar la oferta para los holdouts. No se conoce hasta ahora un solo experto que comparta el escenario sombrío que describe el Deutsche Bank ni que crea que el Banco Central no pueda administrar la flotación del dólar.

El documento, dedicado a la evaluación de los “mercados emergentes”, incluye un apartado sobre el país que se titula con la sugerente pregunta mencionada más arriba: “¿Se está esperando que ocurra un accidente en la Argentina?”. Fue escrito por el “reasearch team” (equipo de investigaciones) del banco alemán, encabezado por Arend Kapteijn, su economista jefe, desde Londres. El titular del Deutsche para la Argentina, Marcelo Blanco, se reunió con Cristina el 29 de septiembre, junto a los representantes del Citigroup y Barclays, las otras dos entidades que participan de la propuesta para los bonistas que no ingresaron al canje de deuda de 2005. Dos días después, el 1º de octubre, los analistas del Deutsche publicaron el lapidario informe para un exclusivo listado de clientes.

“Estamos preocupados por el riesgo de una sustancial devaluación. Mientras las monedas de la región se devaluaron y continuarán haciéndolo frente al dólar, el peso tuvo una moderada depreciación de sólo el 4% desde su pico. El precio de las commodities continúa cayendo y la inflación galopante, subestimada por las cuentas oficiales, erosiona la competitividad del peso”, afirman. “La expectativa es que el crecimiento disminuya, lo cual podría ayudar a acercar el número de inflación real al reportado oficialmente, y daría espacio para la largamente esperada normalización de la situación del INDEC. Pero esto sólo incrementa los incentivos para dejar que el peso se devalúe”, agregan luego.

Tal vez el punto más dañino del informe es que pone en duda las verdaderas reservas del Banco Central: “La aparente estabilidad del tipo de cambio y las reservas de u$s47.000 millones son, en nuestra opinión, maquillaje. Esconden la sustancial intervención cambiaria (del Banco Central) y la caída fuera de balance de las reservas como consecuencia de la demanda local de dólares, la cual no creemos que pueda ser contenida a medida que la aversión al riesgo aumente y el mercado local continúe desconfiando por la propia inflación y, más importante, por la pérdida de credibilidad debido a la subestimación de la inflación informada oficialmente”.

Que el Central está frenando una devaluación mayor no es ninguna novedad, porque justamente ésa es la política de tipo de cambio administrado que lleva adelante Martín Redrado. El titular del Central cree que dejar subir el dólar más bruscamente provocaría pánico en los ahorristas y prefiere que el peso se devalúe muy lentamente mientras monitorea la evolución de los depósitos en los bancos.

Pero el Deutsche denuncia que el BCRA ocultaría la pérdida de reservas que le insume la intervención cambiaria, lo cual nadie –salvo el banco alemán– está en condiciones, por ahora, de demostrar.

Para fundamentar que las reservas serían menores a las informadas por el BCRA, se descuentan a los 47.000 millones los siguientes ítems:

.“La pendiente operación del pago al Club de París por u$s7.000 millones.”

.“Nuestra estimación de la deuda contraída (por el BCRA) con el BIS (Banco Internacional de Basilea) es de u$s3.000 millones.”

.“Una estimado de u$s3.000 millones en operaciones de recompra de bonos de la deuda.”

.“La creciente posición en contratos de venta a futuro de dólares, que estimamos en el rango de u$s12.000 millones, en un intento por contener la demanda de dólares sin mostrar la pérdida de reservas.”

En relación a la venta de contratos de futuros, el Central suele vender contratos para los próximos meses con un dólar apenas unos centavos arriba del valor del día. Si la cotización sube, como está ocurriendo, más de lo pactado, el Central deberá poner la diferencia, con la consiguiente pérdida de reservas. Igualmente, en el organismo oficial aseguran que la venta de dólares a futuro es mucho menor (alrededor de 8.000 millones) y que, a lo sumo, el Central a fin de año tendrá que reconocer por esos contratos una pérdida no mayor a los u$s500 millones.

Sea como fuere, el banco “socio” del Gobierno en el canje de deuda lanza otra advertencia de grueso calibre: “Acumular contratos a futuro vendiendo dólares en un intento de frenar la demanda sin mostrar la pérdida de reservas ha creado una situación insostenible, no diferente de un juego Ponzi (ver recuadro) para el Gobierno, el cual tememos que sólo termine mal”, dispara.

Para el final, el Deutsche abre una tenue luz de esperanza, siempre y cuando avance la operación de canje de deuda que el propio banco le vendió al Gobierno. “Un canje exitoso reduciría la incertidumbre y las presiones de financiamiento, pero sin un cambio completo en la política macroeconómica (léase la inflación), el mercado local permanecerá débil y la demanda de pesos seguirá frágil”, concluye.

Krugman Nobel de Economía 2008

El comité del premio Nobel anunció hoy la concesión del galardón de Economía al economista estadounidense Paul Krugman por su "análisis de las tendencias del comercio y la ubicación de la actividad económica".

La Real Academia sueca de Ciencias reconoce con la concesión del premio, la labor de Krugman en la formulación de una nueva teoría para dar respuesta a las incognitas relacionadas con los efectos del libre comercio y la globalización.

Krugman, de 55 años, actualmente es profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton, en Estados Unidos.

El Nobel de Economía, oficialmente denominado Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel, fue establecido en 1960 y está dotado con una cuantía de 10 millones de coronas suecas (alrededor de un millón de euros).

Paul Robin Krugman (nacido 28 de febrero, 1953) es un economista, divulgador y periodista norteamericano, cercano a los planteamientos neokeynesianos. Actualmente profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton. Desde 2000 escribe una columna en el periódico New York Times.

Krugman es probablemente mejor conocido al público como crítico abierto de las políticas económicas y generales de la administración de George W. Bush, que ha presentado en su columna. Krugman también es visto como un autor de aportes importantes por su contraparte. Ha escrito más 200 artículos y 21 libros - alguno de ellos académicos, y otros de divulgación. Su Economía Internacional: La teoría y política es un libro de textos estándar en la economía internacional.
Ha sabido entender lo mucho que la economía tiene de política o, lo que es lo mismo, los intereses y las fuerzas que se mueven en el trasfondo de la disciplina; el mérito de Krugman radica en desenmascarar las falacias económicas que se esconden tras ciertos intereses. Se ha preocupado por replantear modelos matemáticos que resuelvan el problema de ¿dónde ocurre la actividad económica y por qué?. La filosofía económica de Krugman se puede describir lo mejor posible como neo-Keynesiana. Políticamente es considerado un liberal (término usado en Estados Unidos, para referirse a ciertas tesis de izquierda).
En 1991 la Asociación Económica Americana le concedió la prestigiosa medalla John Bates Clark Medal. Ganó el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en el año 2004.
Nacido en la ciudad de Long Island, se licenció en Economía de la Universidad de Yale en 1974. Luego obtuvo su Ph.D. en Economía del MIT en 1977 y fue profesor de Yale, MIT y Stanford, antes de pertenecer al claustro de la Universidad de Princeton, donde ha estado desde el 2000.
De 1982 a 1983, fue parte del Consejo de Asesores Económicos (Council of Economic Advisers) de la administración de Reagan. Cuando Bill Clinton alcanzo la presidencia en 1992, se esperaba que se le diera un puesto en el gobierno, pero ese puesto se le otorgó a Laura Tyson. Esta circunstancia le perimitió dedicarse al periodismo para amplias audiencias, primero para Fortune y Slate, más tarde para The Harvard Business Review, Foreign Policy, The Economist, Harper's, y Washington Monthly.
Krugman trabajó en el panel de asesores de Enron durante 1999, antes de renunciar para trabajar como columnista para el New York Times, que exigía cierta exclusividad.

Desde enero de 2000, ha sido columnista quincenal en la página de Opinión del New York Times, lo que le ha convertido, en concepto del Washington Monthly, "el más importante columnista político en Estados Unidos... ha estado casi solo analizado los más importantes hechos políticos recientes, los descosidos tejidos de los intereses de las corporaciones, clases y partidos políticos, en medio de los cuales la administración de Bush sobresale.".
En Septiembre de 2003, Krugman publicó una colección de sus columnas titulada The Great Unraveling ("El Gran Desenredo"). Tomada en su totalidad, era un ataque mordaz contra las políticas económicas y exterior del gobierno de Bush. Su argumentación principal se centraba en cómo el creciente déficit fiscal, generado por la disminución de impuestos, el aumento del gasto público y la guerra en Iraq, a largo plazo es insostenible, y generará eventualmente una crisis económica importante. El libro fue un éxito inmediato.

A principios de los '90, popularizó el argumento de Laurence Lau y Alwyn Young de que la economías emergentes de Sudeste Asiático no eran el resultado de políticas económicas de un nuevo tipo, como se había argumentado, sino que las altas tasas de crecimiento se debían a elevadas tasas de inversión de capital y aumentos espectaculares en la mano de obra (algo que, tal como explica el propio Krugman, recuerda en parte al "milagro soviético" 1945-1965). De hecho la Productividad total de los factores de esos países no se incrementó, lo cual revela que tecnológicamente esas economías no han sido especialmente eficientes. En base a esos hechos, su predicción ha sido que el que la tasa de crecimiento del sudeste asiático descenderá a medida que sea más difícil generar crecimiento a base de incrementar los inputs (en inversión y trabajo). Esa situación es similar al frenado que sufrió la URSS a finales de la década de los '60, su estancamiento durante los '70 (que eventualmente degeneró en decrecimiento en los '80).

Krugman predice la burbuja inmobiliaria

martes, 7 de octubre de 2008

Los mercados desconfían de los rescates estatales

La crisis financiera global acaba de dar un giro peligroso: mientras los gobiernos redoblan sus esfuerzos para contenerla, los mercados no creen que tales medidas surtan efecto.

El lunes, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y los gobiernos europeos anunciaron iniciativas que se suman al paquete de rescate de US$ 700.000 millones que el Congreso de EE.UU. aprobó la semana pasada. Los mercados mundiales, no obstante, hicieron sentir su desconfianza de forma contundente. Las acciones europeas registraron su mayor caída de los últimos 20 años, mientras que el Promedio Industrial Dow Jones cerró por debajo de los 10.000 puntos, un mal augurio de que la evolución de la crisis está superando la capacidad de las autoridades para contenerla.

El derrumbe de los mercados ilustra cómo la crisis financiera dejó atrás los problemas del mercado de hipotecas de alto riesgo estadounidenses para transformarse en un problema de confianza. Todos los esfuerzos de Estados Unidos y Europa no han resuelto una falta de confianza primordial. Nadie sabe qué firmas quebrarán, por lo que nadie está dispuesto a prestar.

Bank of America Corp., considerado uno de los pilares del sistema bancario estadounidense, anunció un abrupto recorte en su dividendo y planes para recaudar capital. Hace apenas tres semanas, el banco acordó la compra de Merrill Lynch & Co., lo que fue interpretado como una señal de fortaleza. El lunes, su presidente, Kenneth Lewis, dijo que estaba presenciando "la época más difícil para las instituciones financieras que me ha tocado vivir en mis 39 años en la banca".

El problema se ha vuelto tan severo que ya no sólo afecta a los bancos, sino a la capacidad de las empresas de endeudarse para financiar sus actividades cotidianas, como pagar sueldos y comprar materias primas. Si no cesa, la paralización de los mercados de crédito de corto plazo tendrá un gran impacto en la ya debilitada economía global, una dura realidad que los inversionistas ya empiezan a reconocer. "Para apuntalar la confianza en el sistema, me refiero a los mercados monetarios, se necesita algo más grande y algo que sea consistente de un país a otro", señala Hans Lorenzen, estratega de crédito para Citigroup Inc. en Londres. "Y se necesita pronto."

La Fed, que ya lleva 12 años en una campaña improvisada para reescribir los libros de texto de los bancos centrales, divulgó el lunes nuevas medidas para eliminar el bloqueo que se ha apoderado de los mercados de crédito de corto plazo en las últimas semanas. Una medida, la decisión de pagar intereses sobre las reservas que dejan los bancos como depósito en el banco central, sitúa a la Fed en una posición para expandir en forma significativa sus programas de préstamos. La probabilidad de que la Fed anuncie nuevos recortes de tasas parece cada vez más mayor.

A medida que la crisis financiera se ahonda y globaliza, una acción coordinada para reducir las tasas de interés podría cobrar un mayor atractivo. "La coordinación es absolutamente esencial", señaló Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo Monetario Internacional, en una entrevista de cara a la reunión del FMI y el Banco Mundial este fin de semana en Washington.

Los países de la Unión Europea intensificaron la campaña para coordinar su respuesta ante la crisis, después de que una serie de medidas unilaterales no tuviera el efecto deseado. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, cuyo país ejerce la presidencia rotativa de la UE, leyó en televisión una declaración conjunta de los 27 países de la Unión Europea diciendo que cada uno "adoptará todas las medidas necesarias para proteger la estabilidad del sistema financiero".

La declaración se produjo después de la sorpresiva decisión de la canciller alemana, Angela Merkel, de garantizar todas las cuentas bancarias de los residentes de la mayor economía europea, apenas un día después de criticar una medida similar por parte de Irlanda. El lunes, Austria, Suecia y Dinamarca se sumaron a la lista creciente de países que reforzaron sus garantías a los depósitos bancarios.

Toda esta actividad no ha reparado las fisuras en los mercados de crédito, que se han agravado en las últimas semanas, tras el colapso de Lehman Brothers Holdings Inc. En una señal preocupante, el mercado de papel comercial estadounidense, una fuente crucial de crédito a corto plazo para los bancos y otras compañías en Estados Unidos y Europa, se contrajo en US$ 94.900 millones en la semana concluida el 1 de octubre, para ascender a los US$ 1,61 billones (millón de millones) en deuda circulante, según los datos de la Fed.

La Fed ha actuado enérgicamente en los últimos doce meses para hacer frente a la crisis. Desde septiembre del año pasado ha reducido la tasa interbancaria de 5,25 a 2 por ciento. También ha recurrido a una serie de medidas poco ortodoxas, como garantizar los fondos mutuos de los mercados monetarios, conceder líneas de crédito a los bancos de inversión y asumir activos tóxicos de Bear Stearns y American International Group Inc., por nombrar sólo algunas.

La misión ha sido mantener el flujo de crédito, pero la Fed se ha topado con tres grandes obstáculos.

Primero, los bancos y los inversionistas están tratando de reducir su deuda, un proceso de desapalancamiento que el banco central puede desacelerar, pero no detener. En segundo lugar, la innovación financiera de los últimos años, que supuestamente era positiva porque diseminaba el riesgo, ha resultado ser nociva porque oculta la ubicación del riesgo, exacerbando la incertidumbre sobre qué instituciones financieras pueden sobrevivir. Tercero, la quiebra de Lehman y otras instituciones financieras ha erosionado a tal grado la confianza que incluso los grandes planes de rescate han sido incapaces de restablecerla.

Reflexiones sobre la cisis financiera internacional

Frente al contexto de inestabilidad de los mercados y en función de las consultas recibidas, creemos importante compartir algunas reflexiones con nuestros lectores.



Aprobado el paquete de asistencia financiera del gobierno de EEUU que comentáramos en nuestra última edición, quisiéramos complementar nuestra opinión en el tema.



1) El paquete aprobado -u$s 700.000 millones- equivale al 6% del PBI norteamericano. Más allá de la cifra, quedó en evidencia la voluntad del gobierno de evitar una crisis ampliando la garantía de depósitos a u$s 250.000 frente a los u$s 100.000 anteriores por cuenta.



2) La demora en la aprobación del paquete agudizó un clima de desconfianza en donde el imprescindible fluir normal del crédito se trabó. Para evitar una fuerte recesión corta o una larga recesión leve el normal fluir de crédito debe restablecerse rápidamente.



3) La Comunidad Europea manifestó su voluntad de actuar frente a problemas en su mercado. Sin embargo, debe mencionarse que las medidas concretas serán adoptadas por los países individualmente. Algunos países aumentaron la garantía estatal sobre los depósitos bancarios, y también intervinieron en la solución de entidades financieras en problemas (Hypobank – Alemania, Fortis – Bélgica y Holanda).



Concluyendo, si bien durante la semana pasada se dieron pasos firmes a la solución de la crisis, resta por verse la efectividad de las acciones europeas. En la medida que éstas no sean interpretadas como contundentes por el público y se demoren en su implementación no se restablecerá rápidamente el normal fluir del crédito y las probabilidades de un escenario de recesión aumentará notablemente. El riesgo operacional con los bancos en EEUU y Alemania ha disminuido muchísimo -por no animarnos a decir desaparecido-.



Seguimos opinando que el mundo se mueve a un escenario de mayor inflación cuyo efecto -nominalmente- irá absorbiendo la sobrevaluación de activos. Además, consideramos que hasta que no se obtenga una coordinación efectiva entre los principales países, continuará la volatilidad. En consecuencia, en el corto plazo es altamente probable que continúe la debilidad del Euro frente al dólar y, en menor medida, de éste frente al yen.





OPORTUNIDADES



Como hemos mencionado, al haberse adoptado una política país por país en Europa, quedan en evidencia potenciales problemas en países con economías reducidas en relación con sus grandes bancos. Suiza es un caso emblemático, vale considerar que sólo su principal banco (UBS) posee pasivos por casi u$s 2 billones (millones de millones), más del cuádruple del PBI del país, y que su Patrimonio Neto ajustado por activos intangibles es negativo.



Si, como creemos, UBS (entre otros bancos) requiere ayuda del gobierno suizo -lo que es probable- y el gobierno lo aprueba -lo que es casi seguro en caso de crisis-, la fortaleza del franco suizo estará cuestionada ya sea por una emisión excesiva de moneda, o por desconfianza en la solidez financiera del gobierno. Creemos, entonces, que una manera de proceder favorablemente en esta coyuntura es tomar posiciones en dólares (o yenes) y en contra del franco suizo.

jueves, 2 de octubre de 2008

Es imperioso salvar el salvataje

Por Thomas L. Friedman

Estaba haciendo zapping el lunes mientras seguía el derrumbe de casi 800 puntos de las acciones, cuando un comentarista de CNBC me llamó la atención. Le pedían que asesorara a los televidentes acerca de cuáles eran las mejores posiciones para capear la tormenta del mercado. Impertérrito, sin vacilaciones, respondió: "Dinero en efectivo y posición fetal".

Yo estoy en ambas posiciones? Pocas veces he tenido miedo por mi país: en 1962, cuando era un niño de 9 años y seguía el desarrollo de la crisis misilística cubana; en 1963, con el asesinato de John Fitzgerald Kennedy; el 11 de septiembre de 2001, y este lunes, cuando los republicanos rechazaron el rescate en el Congreso.

Este momento es el que más me asusta, porque los anteriores fueron causados por potenciales ataques externos. Esta vez, los agresores somos nosotros mismos. Esta vez, lo que nos amenaza es nuestro propio fracaso en la regulación del sistema financiero y en la legislación del remedio adecuado.

Siempre creí que el gobierno de Estados Unidos era un sistema político único: un sistema ideado por genios para que pudiera ser manejado por idiotas. Me equivoqué. Ningún sistema puede ser suficientemente inteligente como para sobrevivir a este nivel de incompetencia y de imprudencia por parte de la gente a cargo.

Esto es peligroso. Tenemos miembros de la Cámara de Representantes que rechazan un complejo paquete de rescate porque algunos votantes los inundaron de llamadas. Entiendo la furia popular contra Wall Street, pero no se puede enfrentar así esta crisis.

Es una crisis crediticia. Se trata de la confianza. Lo que no se entiende es por qué el banco A ya no le presta a la empresa B o no acepta la hipoteca de la empresa C. Eso pasa porque nadie está seguro de cuánto valen los activos y las garantías del otro, y por eso el gobierno debe acudir para poner un piso firme debajo de todo.

De otra manera, el sistema se asfixiará por falta de crédito, como un cuerpo al que se le niega el oxígeno.

Bien, usted dirá: "Yo no tengo acciones que sufran esos monstruos codiciosos de Wall Street". Tal vez usted no tiene acciones, pero su fondo de retiro sí tenía algunas acciones de Lehman Brothers y su banco tenía bonos de las hipotecas subprime , y por eso usted pudo refinanciar su casa hace dos años.

Y su aeropuerto estaba asegurado por AIG; y su municipalidad vendió bonos para financiar el desagüe de su calle, y su empresa de automóviles dependía de los mercados para financiar el préstamo de su auto y ahora que el crédito se ha secado, el Wachovia quebró y su vecina perdió su trabajo allí.

Todos estamos conectados. No se puede salvar al ciudadano común y castigar a Wall Street, así como no se puede estar en un bote con alguien que uno odia y pensar que la filtración en el fondo de la embarcación que el otro tiene bajo los pies no hará que usted se hunda con él. El mundo es en realidad plano. Todos estamos conectados. "Desacoplarse" es pura fantasía.

Vivir en Marte
Entiendo el resentimiento contra los titanes de Wall Street que se llevan 60 millones de dólares en bonificaciones. Pero cuando el sistema crediticio está en peligro, es necesario concentrarse en salvarlo, aun cuando eso signifique rescatar a personas que no lo merecen. De otra manera es como decir: contendré la respiración hasta que ese gordo gato de Wall Street se ponga azul. Pero no será él quien se ponga azul: será usted, o más bien todos nosotros.

Mi rabino contó esta historia anteayer: una frágil madre de 80 años celebra su cumpleaños, y cada uno de sus hijos le hace un regalo. Harry le regala una casa nueva. Harvey le regala un auto y un chofer. Y Bernie le regala un loro enorme que puede recitar la Torá.

Una semana más tarde, la madre reúne a sus hijos y les dice: "Harry, gracias por la hermosa casa, pero yo vivo en una sola habitación. Harvey, gracias por el hermoso auto, pero no soporto al chofer. Bernie, gracias por regalarle a tu madre algo que ella realmente podía disfrutar. Ese pollo estaba delicioso".

Mensaje al Congreso: no sean astutos. No nos den algo que no necesitamos. No nos den algo destinado a resolver sus propios problemas. Sí, Paulson y Bernanke deben aceptar supervisión y se les debe garantizar a los contribuyentes parte de las ganancias de los bancos rescatados. Pero, aparte de eso, denles el capital y la flexibilidad para apagar este incendio.

Siempre me digo: nuestro gobierno está tan quebrado que sólo puede funcionar en respuesta a una enorme crisis. Pero hemos tenido una enorme crisis y el sistema no parece funcionar. Nuestros líderes están tan desacostumbrados a trabajar juntos que incluso ante la amenaza de un derrumbe no pueden ponerse de acuerdo, como si vivieran en Marte y estuvieran aquí de visita, y fueran completamente ajenos a las consecuencias. La historia no puede terminar así. Si lo hace, mejor asuma la posición fetal.

martes, 30 de septiembre de 2008

Joseph Stiglitz: "La economía estadounidense se dirige hacia una larga recesión"


El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, prevé una larga recesión en Estados Unidos y la victoria del demócrata Barack Obama en la elección presidencial de noviembre.

El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz prevé una larga recesión en Estados Unidos y la victoria del demócrata Barack Obama en la elección presidencial de noviembre, según declaró en una entrevista publicada hoy por el diario italiano La Stampa.

"Veremos al índice Dow Jones de la bolsa neoyorquina en una caída libre mayor de la que podemos imaginar. Habrá quiebras estridentes de instituciones financieras. La economía estadounidense se dirige hacia una larga recesión", auguró el economista norteamericano.

"Estamos en medio de una de las peores crisis del siglo y hasta que no hayamos tocado fondo no podremos salir a flote", agregó Stiglitz, ex asesor económico del presidente estadounidense demócrata Bill Clinton y ex vicepresidente del Banco Mundial (BM).

"El próximo presidente de Estados Unidos será Barack Obama. En una situación de este tipo, no hay ninguna posibilidad de que los estadounidenses lleven a la Casa Blanca al partido del presidente saliente", explicó.

El rival de Obama es John McCain, que pertenece al Partido Republicano del presidente George W. Bush.

domingo, 28 de septiembre de 2008

La inflación, una cuestión de menor peso

Sin una aparente decisión política, el alza de precios se ha desacelerado influida por un enfriamiento de la economía y una baja en el consumo; sin embargo, se espera un índice que rondaría en un 17 por ciento en todo el año

Por Alfredo Sainz

En la Argentina se está aplicando un plan antiinflacionario de facto, al que nadie parece haber elegido y que por momentos entra en colisión con algunos de los dogmas del modelo económico K.

La aceleración en el ritmo de los aumentos de precios que se registró a partir de mayo y que llevó al índice de inflación muy cerca del 2% mensual, terminó prácticamente imponiéndole al Gobierno las medidas que eran reclamadas desde hace tiempo por los economistas más ortodoxos como contener al dólar, autorizar los primeros aumentos en las tarifas de algunos servicios públicos, subir la tasa de interés y moderar, aunque sea un poco, el crecimiento del gasto público. Al menos en un primer momento los resultados parecen darle la razón a los que dictaban los manuales de economía, ya que después de casi un año de subas mayores en septiembre la inflación real volverá ubicarse en torno del 1% o incluso apenas por debajo, algo que no se daba desde mediados de 2007.

De esta manera, no sería descabellado que en el mes confluyan en un mismo número la inflación real y la que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), después de casi dos años de intervención del organismo por parte del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

La desaceleración de la inflación ya se siente en algunos rubros. Por caso, el sector de los alimentos y las bebidas aumentan a un ritmo mucho menor. Los analistas privados anticipan que hacia fin de año podría ser más palpable entre los consumidores.

Los más optimistas pronostican que 2008 incluso podría cerrar con una inflación por debajo o en línea con el 17% que, a falta de estadísticas oficiales creíbles, fue la suba promedio en el costo de vida en 2007 que surgió de un relevamiento realizado por LA NACION entre 30 economistas y consultoras privadas.

"A pesar de que no hubo ningún anuncio del lanzamiento de un plan para combatir a la inflación, en los hechos esta política existe. Anclar el dólar y subir la tasa de interés eran medidas que se venían reclamando desde hace mucho tiempo y que finalmente el Gobierno ahora parece tomar en cuenta. El punto que aún está pendiente es el del gasto público, aunque en este punto también se nota un cambio de tendencia", explicó Jorge Todesca, presidente de Finsoport Consultores Económicos.

Entre las medidas más ortodoxas que reclamaban al Gobierno y que en silencio la administración de Cristina Kirchner parece haber aceptado también figura la decisión de dejar de alentar la demanda en materia de consumo. El Gobierno ya dejó en claro que no apoya una reapertura de las paritarias durante este año y ahora acaba de tomar la decisión de postergar la devolución del impuesto a las ganancias para los salarios más altos que se beneficiaron con la reciente suba del mínimo no imponible. A diferencia de muchos de sus colegas que hablan de medidas que le fueron impuestas por imperio de las circunstancias, Aldo Abram sostiene que la desaceleración de los precios se debe más que nada a una decisión política. "La desaceleración viene desde hace varios meses y tiene que ver con que el Banco Central desde fines de 2007 viene bajando el ritmo de emisión de pesos, aunque recién se nota en los últimos meses básicamente porque el contexto interno con la crisis del campo le venía jugando en contra", explica el economista socio de la consultora Exante.

Abram además se muestra optimista que esta tendencia se profundizará durante 2009, si se toma en cuenta que se trata de un año electoral. "La decisión del Banco Central de desacelerar el ritmo de expansión de la base monetaria se va a mantener para adelante. Que la Presidenta haya dicho que no va a subir el tipo de cambio porque acelera la inflación es un espaldarazo tremendo para la política del Central y detrás de esta decisión hay un objetivo político: la inflación les pega con más fuerza a los sectores de menores ingresos, que es la base electoral de este Gobierno. Hay una relación directa entre el apoyo de la población y la inflación, que explica la caída en la popularidad del Gobierno en los últimos meses", explicó el economista.

A las medidas más ortodoxas que vienen ayudando a controlar la inflación también se suman algunas causas internas, ligadas básicamente a la desaceleración de la demanda en diferentes rubros de la economía.

Alarma inmobiliaria
La primera señal de alarma llegó con la construcción, ya que después de tres años consecutivos de fuerte crecimiento, en el primer semestre se desplomaron un 27,7% los pedidos de construcción de obras nuevas en la Capital Federal.

El panorama para la industria automotriz no es mucho más alentador. En agosto, las ventas de cero kilómetro cayeron un 7,3%, en lo que constituyó la mayor caída interanual desde 2003. El freno en la demanda obligó a los fabricantes a retocar a la baja sus pronósticos de ventas para 2008 y el piso de 620.000 unidades se convirtió en el "techo", mientras que algunas terminales, como General Motors, ya iniciaron la suspensión durante algunos días de su producción para adecuarse a las nuevas condiciones del mercado.

Otro rubro que da cuenta de una demanda en baja es el de los electrodomésticos. La decisión de las tarjetas de créditos de suspender la compras en doce cuotas sin interés impactó de llenó en las ventas de los artículos para el hogar y el propio Indec reconoció que entre abril y junio la demanda cayó un poco más de trece puntos.

"Está claro que la demanda está un poco más contenida y, por lo tanto, no convalida cualquier precio y esto se percibe especialmente en el rubro de alimentos y bebidas, que se está desacelerando después de las fuertes subas del segundo trimestre de 2008", explicó Rodrigo Alvarez, economista de la consultora Ecolatina.

La mayoría de los economistas consultados por LA NACION coinciden en que la causa del freno en la inflación no hay que buscarla exclusivamente en medidas proactivas del ministerio que preside Carlos Fernández, sino también en la nueva coyuntura internacional provocada por la crisis del sistema financiero norteamericano.

"Hay una desaceleración importante de la inflación, que llevará el índice al uno por ciento o aún un poco por debajo en septiembre. Y la principal causa de esta desaceleración es la caída en los precios de las commodities , como los granos y el petróleo, que en promedio rondó el 25 por ciento, y que tiene un impacto muy grande en los precios de los alimentos y de los combustibles", explicó el economista Orlando J. Ferreres.

Ya no es un desvelo

En el mismo sentido, Marina Dal Poggetto, del estudio Bein, destaca que en el Primer Mundo la inflación ya dejó el principal motivo de desvelo. "Hasta julio, la preocupación de los Banco Centrales de Europa era la inflación, pero está claro que ahora la prioridad pasó a ser la crisis financiera", explica la economista.

Más allá de que amigos y enemigos del Gobierno reconocen que la desaceleración de los precios es un hecho, tampoco parece haber demasiados motivos para festejar. Los cálculos más optimistas pronostican una inflación real de 2008 de entre el 15 y el 20%, con lo cual este índice seguiría estando claramente por encima del promedio del 9,1% que proyecta el Fondo Monetario Internacional (FMI) para los países emergentes.

"El ritmo actual de la inflación está claramente más tranquilo y hoy se ubica en el 15 o el 16% anual. La desaceleración es especialmente visible en el precio de los alimentos, pero con los salarios creciendo por encima del 20% anual es inevitable que sigan los aumentos en los servicios, en los que el peso de los salarios es muy grande y el ancla del dólar no funciona", señaló Marina Dal Poggetto. La sensación de que la inflación llegó para quedarse, aunque a tasas más bajas, se sustenta en el hecho de que no será tan fácil desactivar las expectativas que lógicamente se generaron entre la población tras dos años de convivencia con una tasa de aumento de los precios de dos dígitos anuales.

"A pesar de que los alimentos muestran una desaceleración importante, la mayoría de los rubros continúan creciendo con subas por encima del 20%, lo que indica que todavía hay mucha inercia en materia de inflación", explicó Rodrigo Alvarez.

sábado, 27 de septiembre de 2008

La subprime golpea duro a Brasil

Cuando unos pagan los platos (China, India…) que otros han roto (Estados Unidos)

Por Marcelo Luchino


Los analistas económicos pronostican en Brasil dos escenarios posibles: aumentar la tasa de interés para reducir el consumo y equilibrar las cuentas externas, o devaluar el real frente al dólar. El primer escenario significa soportar tasas de interés más altas aún que las actuales. El segundo genera presiones inflacionarias.


LA ACTUAL CRISIS ECONÓMICA posee características singulares debido al hecho de ser la primera crisis sistémica cuyo epicentro se sitúa en la mayor economía mundial: Estados Unidos.
Los datos objetivos muestran que los instrumentos financieros aplicados sobre títulos de deuda hipotecarios, generando obligaciones mayores que su propio respaldo, erosionó la confianza del sistema financiero en los bancos que poseen alta exposición de los mismos en sus carteras. Lo peor es que nadie sabe qué bancos poseen estos instrumentos ni en qué proporción, generando desconfianzas entre los propios bancos, cuya principal consecuencia es la reducción de préstamos entre sí.
En la práctica, significa que aquellos bancos en los cuales recae la sospecha de estar contaminados por los subprime no consiguen financiación para afrontar sus obligaciones, y por lo tanto, quiebran. Es lo que esta ocurriendo con los bancos de inversión como Lehman Brothers o las entidades de financiación de viviendas como Fannie Mae y Freddie Mac, recientemente nacionalizadas por el Gobierno norteamericano con el objetivo de restablecer la confianza.

SE CAE EL MITO DE LA EXPANSIÓN INDEFINIDA

Años de políticas neoliberales con una creciente y profunda transformación de la economía mundial, “Estados Unidos ha empleado políticas económicas que han contribuido de forma activa a la exuberante liquidez mundial, como las bajas tasas de interés de los últimos años” en un tablero de flujos financieros que circulan irresponsablemente, sin reglas rígidas ni controles suficientes y adecuados entre países emergentes y desarrollados, está en la base causal de la actual crisis. La consecuente disociación entre los valores financieros y reales impulsados por estos flujos es la cara visible de este fenómeno, cuyo efecto principal son las burbujas de sobrevaloración de activos como acciones, inmuebles y commodities.
El fenómeno no es nuevo y Estados Unidos ha empleado políticas económicas que han contribuido de forma activa a la exuberante liquidez mundial, como las bajas tasas de interés de los últimos años. La crisis no hace más que confirmar que la idea mítica de expansión indefinida de la economía global no es verdadera.
En los últimos años, el gobierno norteamericano no quiso pagar el coste político del fin del ciclo de crecimiento, manteniendo la actividad económica a cualquier precio, “La nueva realidad deberá imponer un crecimiento menor a China, y tendrán que caer los precios de los productos primarios que demanda del resto del mundo” aun a riesgo de burbujas explosivas. Incluso cuando el plan de recuperación del sistema financiero sea exitoso y se redefina las reglas del juego monetario mundial, la economía de Estados Unidos deberá enfrentar un periodo de menor crecimiento y, por lo tanto, de menor demanda de importaciones, con lo cual los países cuyas exportaciones tiene como destino este país, se verán afectados y también manifestarán tasas de crecimiento menores. Entre los países que exportan a Estados Unidos se encuentra China, cuyos altos índices de crecimiento ha sostenido la alta valoración de commodities, como soja, petróleo, minerales, etcétera.
La nueva realidad, pues, deberá imponer un crecimiento menor a China, y en consecuencia tendrán que caer los precios de los productos primarios que ella demanda del resto del mundo.


BRASIL ANTE LA CRISIS


El crecimiento de las exportaciones brasileñas de los últimos años se justifican por el efecto del precio de los productos primarios. La sobrevaloración del real y el crecimiento del crédito han expandido el consumo por encima de la capacidad productiva. “Los analistas económicos pronostican en Brasil dos escenarios posibles: aumentar la tasa de interés para reducir el consumo y equilibrar las cuentas externas, o devaluar el real frente al dólar” Las importaciones crecientes han saldado la mencionada diferencia. En un escenario de volatilidad financiera y desconfianza económica como el actual, en el cual se agudiza el fenómeno de fuga de capitales del país, el deterioro creciente del saldo de balance comercial aumenta la vulnerabilidad externa brasileña.
El riesgo es mayor si consideramos que las inversiones financieras de residentes en el exterior superan con creces los 200 mil millones de dólares de reserva que posee el país.
El gobierno del presidente Lula no fue neutral ante la mencionada vulnerabilidad, si pensamos que sus principios monetaristas ortodoxos impulsaron en los últimos años las altísimas tasas de interés, que en un marco de libertad financiera, indujeron a la entrada de capitales cuyos destinos, en una alta proporción, fue el mercado financiero. Esto justifica el alza de la bolsa casi ocho veces en los últimos años y una caída del 30 por ciento en las últimas semanas.
Los analistas económicos pronostican en Brasil dos escenarios posibles: aumentar la tasa de interés para reducir el consumo y equilibrar las cuentas externas, o devaluar el real frente al dólar. El primer escenario significa soportar tasas de interés más altas aún que las actuales. El segundo genera presiones inflacionarias.
Lo cierto es que la globalización ha impuesto, con sus reglas y con su ausencia de reglas, desafíos locales y globales donde las capacidades de respuesta no son iguales, y donde, seguramente, algunos pagarán los platos que otros han roto.

El crac de 2008

Tomás Eloy Martínez



Mientras George W. Bush hablaba sobre terrorismo, en su último discurso como presidente de los Estados Unidos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, los norteamericanos se preguntaban hasta dónde llegará la crisis que el Estado intenta conjurar, tomando 700.000 millones de dólares del bolsillo de los contribuyentes; es decir, cien mil millones más que la deuda generada por la guerra en Irak.

Desde hace un año y medio, cuando el sistema financiero comenzó a intoxicarse con el colapso de las hipotecas, a los norteamericanos comunes se les hizo cada día más difícil pagar el seguro de salud, financiar los estudios universitarios de los hijos, comprar la misma cantidad de alimentos con la misma suma de pocos meses atrás y llenar el tanque de nafta en un país donde la mayor parte de la población está obligada a manejar. Algunos ni siquiera pueden vender la casa para poner fin a la pesadilla de la hipoteca. Las propiedades valen hoy casi 20% menos de lo que se pagó por ellas hace dos años, en plena burbuja inmobiliaria, y la deuda es superior al valor de la vivienda. El tema está en boca de todos porque la crisis, más allá de la complejidad de su ingeniería financiera o sus números inasibles -el salvavidas representa sólo una parte de los ocho billones de dólares sueltos en créditos hipotecarios- refuerza la impresión de que la economía norteamericana sigue un rumbo de catástrofe debido a lo que Joseph Stiglitz llamó "ocho años de mala gestión económica". Los primeros golpes alcanzaron a las clases bajas; ahora, la clase media sucumbe a la inflación en el supermercado o cuando recibe las abrumadoras cuentas de electricidad y gas, en un país que consume más del 25 por ciento del petróleo mundial y que envió su precio a los cielos.

En el suburbio de Nueva Jersey donde vivo, los carteles de "ejecución judicial" se alternan con los que adornan los jardines en apoyo a Obama-Biden o McCain-Palin. Un colega de la universidad donde enseño envió un correo electrónico a sus amigos para recomendar dos páginas de Internet que ayudan a ahorrar combustible. Una de esas páginas, www.GasBuddy.com, busca el surtidor más económico de la zona; la otra, www.fueleconomy.com, traza el camino más corto de un punto a otro para gastar menos. "Pagar más de cien dólares en la estación de servicio es asunto de todos los días para la gente con camionetas familiares", dice un vendedor de Home Depot, de White Plains, estado de Nueva York. "Eso da miedo. Si el galón de nafta llega a 10 dólares (y la semana pasada estaba en 4,32, aunque ahora bajó a 3,99), vamos a caer en el infierno de la depresión."

Casi ochenta años después, la palabra depresión todavía eriza la memoria de las familias que sucumbieron a la crisis bursátil de 1929, cuyos efectos letales sobreviven en las novelas de Steinbeck y en las películas de la serie negra. Los historiadores coinciden en que las semillas del desastre pueden rastrearse en la torpeza de las administraciones de Hoover y Coolidge, y en la convicción de los conservadores en que los mercados podían regularse a sí mismos. Fue necesaria la audacia de un estadista brillante, como Franklin D. Roosevelt, para imponer planes que generaron trabajo, protegieron la salud, la educación y los ahorros de los sectores más bajos. Dos de las casas que se construyeron frente a la mía datan de esa época. Son modestas, tienen un pequeño jardín y se terminaron de pagar en 1956, sin traumas.

La tradición popular supone que los años de Roosevelt fueron luminosos hasta que les cayeron las sombras de Pearl Harbour, en 1941. Fue antes de esa época cuando, en 1933, una ley conocida como la Glass-Steagall, impidió que los bancos comunes jugaran en la bolsa y luego no tuvieran cómo devolver los ahorros a los ciudadanos. Las paradojas, sin embargo, entorpecen hasta las mejores intenciones. Algunas firmas de Wall Street franquearon el obstáculo y crearon los bancos de inversión que están ahora en el centro de la tormenta. Son los que compraron los fondos hipotecarios dudosos, los partieron y los reagruparon en nuevas inversiones que volvieron a colocar, permitiendo que se pagaran salarios como el de Richard Fuld, director ejecutivo de la quebrada Lehman Brothers: 45 millones de dólares el año pasado. Como tantos otros bancos de inversión, Lehman Brothers y Fuld se desbarrancaron cuando la gente no pudo seguir pagando sus hipotecas.

No es a los especuladores y timberos de Wall Street sino a los norteamericanos endeudados que quieren mantener sus casas y no pueden a los que -según cree el candidato demócrata Barack Obama- debería ir el apoyo que se está pidiendo al Estado. Lo ha dicho su asesor Stiglitz: "Podemos fomentar la renegociación de las hipotecas para que menos personas se vean obligadas a perder sus casas. Pero ningún inversor privado querría quedarse con estos valores que se imponen por la fuerza a los contribuyentes". Stiglitz recomienda lo que hizo la Corporación de Préstamos a Propietarios de Hogares (HOLC), creada durante la Gran Depresión: compró las hipotecas difíciles de pagar y las refinanció para que la gente mantuviera sus casas y aportara recursos legítimos al sistema financiero.

Obama, senador como su adversario, John McCain, prefiere reflexionar un poco antes de aprobar el salvavidas de dinero que quiere imponer el presidente Bush. Obama recordó que, ante la evidente inutilidad de los recortes de impuestos a las corporaciones, es "absolutamente necesario" un recorte de impuestos a la clase media. Aprovechó la ocasión para enfatizar su campaña de cambio: "Si queremos que la economía crezca, si queremos prevenir que una crisis como ésta vuelva a suceder, debemos cambiar a Washington. Debemos reformar nuestro sistema político, basado en el lobby. Debemos reformar las reglas que le permiten a Wall Street hacer cualquier cosa y pasarle la cuenta al pueblo".

Mientras tanto, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, exige que los 700.000 millones de dólares se concedan ya mismo. Dice que sabe lo que hace, y sin duda lo sabe.

Hasta 2006, cuando se integró al gobierno actual, fue presidente de otro banco de inversión que sucumbió a la crisis, Goldman Sachs. Al retirarse, recibió 38,5 millones de dólares en concepto de su último bono, y ahora enfrenta en el Congreso la exigencia de una cláusula a la ley de rescate que limite los salarios de siete dígitos en Wall Street.

Aunque se manifiesta "incómodo" por la exigencia de votar a libro cerrado, el candidato John McCain defiende el pedido de Washington. "Vamos a hacernos cargo de esos préstamos malos", ha dicho. "No niego que sea enredado, no niego que sea costoso. Pero tenemos que detener la sangría."

"Sería el rescate mayor de la historia norteamericana", dice un médico de Albany, capital del estado de Nueva York. "Permitiría que las instituciones financieras afectadas pudieran seguir dando créditos y no se ahogaran. Si eso sucede, la tempestad se llevará muchos empleos. Pero no estoy de acuerdo, porque esos 700.000 millones saldrán del bolsillo de los contribuyentes, y endeudarán a nuestros hijos y nietos. Compraríamos valores que nadie sabe si alguna vez podremos recuperar. Es una historia ya conocida: mil millones aquí, mil millones allá y así hemos llegado a un déficit enorme, cuando Bush asumió con superávit. Podemos estar ante la puerta de un futuro peor."

El presidente que los norteamericanos elijan en noviembre cargará con el costo de esta crisis que supera al "lunes negro" de 1987, el tequilazo de 1994, la cesación de pagos de Rusia en 1998 y la explosión de la burbuja puntocom en 2000. El default argentino de 2001 -que para Paul O Neill, entonces secretario del Tesoro, iba a ser pagado por "los plomeros y los carpinteros" norteamericanos- representa, modestamente, el 20 por ciento de la quiebra de una sola empresa, Lehman Brothers. Aún no se sabe cómo se escribirá la historia, pero todo parece indicar que, en el otoño boreal de 2008, está naciendo un crac tan letal como el de 1929.

El Consenso de Washington, que pregonó el neoliberalismo en todos los continentes y dejó una estela de pobreza en América latina, acaba de fracasar en su país natal y ahora requiere un salvavidas del Estado, que era una institución tabú. Los caminos que elijan Obama o McCain serán, sin duda, diferentes, pero la responsabilidad que asumen es la misma: definir el destino de un mundo donde la crisis ha golpeado a la primera potencia sin que aún se pueda vislumbrar en el horizonte un camino nuevo.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Indicios de recuperación para las commodities

El crudo, la soja y el etanol se recuperaron con respecto a sus cotizaciones de la semana pasada. Los mercados están a la espera de la aprobación del plan de salvataje estadounidense por 700.000 millones de dólares.

Durante la penúltima semana de septiembre, las cotizaciones de la mayoría de las commodities se recuperaron con respecto a la semana pasada. Hubo apenas dos excepciones: el azúcar y el trigo forrajero europeo, cuyos precios cayeron. Se destacó el ascenso de los precios energéticos, sobre todo del etanol estadounidense, del WTI y del Brent. Por el lado de las materias primas, el mayor ascenso fue el de la soja argentina. Mucho tuvo que ver en el desempeño de las commodities el esperado salvataje a los bancos estadounidenses. En efecto, la tardanza estadounidense en la aprobación del plan de salvataje por unos 700.000 millones de dólares lleva a los mercados a pensar que la crisis financiera estadounidense se extenderá al resto del mundo, una percepción que debilita monedas como el euro y el yen y constituye un factor bajista para los granos. En cambio, cuando se vislumbra la posibilidad de aprobación de la propuesta de estatizar la deuda de los bancos, es el dólar el que pierde terreno, lo que constituye un factor alcista para los granos, debido al brote inflacionario que el paquete provocaría en Estados Unidos.

La soja estadounidense creció un 4,17%, mientras que el aceite y la harina aumentaron un 0,02% y un 1,52% respectivamente. Las ganancias sojeras se explican por la caída del dólar frente al euro y por las alzas del petróleo, el oro y el aceite derivado. También influyó en la cotización el hecho de que Estados Unidos vendiera 230.000 toneladas de soja a China, según notificó el Gobierno del país norteamericano. Según los especialistas, el ascenso de la soja fue limitado debido a las temperaturas cálidas y el clima seco que favorecen el proceso de maduración de los cultivos en el Medio Oeste estadounidense, aunque se esperan dificultades para la semana próxima por un descenso de las temperaturas y condiciones más secas. La soja brasileña trepó un 3,61%, mientras que la argentina ascendió un 5,43%, convirtiéndose en la materia prima de mayor ascenso intersemanal. Según los operadores, el clima seco en las regiones productoras de Argentina fue la causante del impulso de las cotizaciones de la oleaginosa. Reflejando lo que pasa en Chicago, la Bolsa de Rosario informó que la soja fue el producto que mostró una mayor recuperación con respecto a la semana pasada, "por la mejora externa y la necesidad de algunos compradores locales", y llegó a rozar los 900 pesos la tonelada en esta semana.

El etanol estadounidense trepó un 7,08%, mientras que el brasileño subió un 2,17%. En el ascenso del etanol norteamericano, mucho tuvo que ver la recuperación que protagonizó el maíz junto a la soja en el mercado de Chicago. Por su parte, los futuros de azúcar operaron a la baja, aunque con leves cambios, con la mirada fija en el progreso del plan de rescate financiero del Gobierno de Estados Unidos. "Actualmente hay 130.000 toneladas de azúcar de Argentina en manos de las casas comerciales, disponibles para entregar, y otras 15.000 toneladas todavía en los puntos de origen", dijo un corredor europeo. Los operadores también destacaron las buenas compras físicas del endulzante desde el mayor exportador, Brasil, debido a la reciente baja en las tasas de transporte.

Por otra parte, el Gobierno brasileño anunció que prevé un auge de la industria del etanol como consecuencia de inversiones por 25.000 millones de dólares en proyectos de capitales extranjeros y nacionales para atender un mercado interno "cautivo" y en fuerte expansión, "a prueba" de crisis internacionales. El objetivo manifiesto de Brasil es que el etanol sea comercializado internacionalmente como un "commodity". "Convertirlo en commodity es difícil. Intentamos aumentar la producción y el consumo internacional, pero es un proceso lento que no va a ocurrir de la noche a la mañana", reconoció Mauricio Tolmasquim, Presidente de la Empresa de Pesquisa Energética (EPE) del Ministerio de Minas y Energía. "El crecimiento de la producción mundial de etanol continuará basado en la atención a los mercados propios de cada país", agregó, dejando en claro que antes que los mercados externos se encuentra el enfoque en el doméstico.

El crudo registró una importante recuperación con respecto a la semana pasada. El WTI subió un 6,87%, mientras que el Brent trepó un 3,65%. El alza del petróleo en los mercados internacionales se da después de que la semana anterior cayeran bajo los efectos de una profundización de la crisis financiera global. Los temores de que la debilidad de la economía estadounidense afectará más la demanda de energía en el mayor consumidor mundial han ayudado a que el barril de crudo retroceda desde el récord de 147,27 dólares registrado a mediados de julio. Pero los esfuerzos por rescatar al sector de servicios financieros han ayudado a los mercados globales a rebotar. Un informe del Gobierno estadounidense mostró el miércoles que la demanda en el mayor consumidor mundial de energía cayó un 5,3% en las últimas cuatro semanas, frente al mismo período del año pasado, erosionada por los altos costos de los combustibles y la crisis económica. Según analistas, la lenta recuperación de la producción de crudo y gas en la costa estadounidense del Golfo de México tras el azote del huracán Ike, los decrecientes inventarios del país norteamericano y la reducción en los suministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) darían soporte a los precios.

Además, los inventarios estadounidenses de combustible se encuentran en su menor nivel desde 1967, según el Departamento de Energía de Estados Unidos. Pero la Agencia Internacional de la Energía dijo que no considera necesario liberar suministros de emergencia. "No tenemos que movilizarnos", dijo el Director Ejecutivo, Nobuo Tanaka. "El mercado se está encargando de la situación actual", agregó.

El Congreso de EEUU llega a un acuerdo sobre plan de rescate financiero


Los partidos demócrata y republicano de EEUU llegaron a un acuerdo sobre los puntos principales del plan de salvamento de EEUU presentado por el presidente del país, George Bush, según confirmó el senador demócrata, Christopher Dodd.

Dodd, que preside el Comité de Bancos del Senado, informó de que los negociadores del Congreso de EEUU y del Senado han llegado a un acuerdo sobre los contenidos esenciales que contendrá el plan y que habían supuesto hasta ahora un obstáculo insalvable para ambos partidos.

El Congreso podría actuar "en unos pocos días", ha admitido en una comparecencia ante la prensa después de una larga reunión que ha durando toda la mañana. El acuerdo se produce tras las negociaciones que han mantenido los parlamentarios en el Capitolio, y en las que participaron los miembros más importantes de los comités que supervisan los asuntos financieros en ambas cámaras.

Barney Frank, presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja, declaró que el acuerdo responde "a la mayoría" de las preocupaciones de los demócratas, al tiempo que a la petición central del Gobierno.

George W. Bush había convocado para hoy a los líderes del Congreso y a los candidatos a ocupar su puesto a partir de enero, Barack Obama y John McCain, para tratar de llegar a un compromiso conjunto sobre el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares.

El objetivo era cerrar filas en torno a un plan que Bush ha defendido para evitar que la grave crisis financiera vaya a más. El presidente se justificó en que su ideología se basa "en otorgar la mayor la libertad de los mercados", pero que "el mercado ahora no está funcionando correctamente", por lo que no queda otro remedio que realizar algunas correcciones temporales.

martes, 23 de septiembre de 2008

La era de los Bancos de Inversión a llegado a su fin

Luego del permiso otorgado por la Reserva Federal, Goldman Sachs y Morgan Stanley dejaran de ser Bancos de Inversión para ser regulados por dicha institución y asi dedicarse al sector comercial. Al haber sido los últimos dos sobrevivientes a la crisis, la era de bancos de inversion ha llegado a su fin. Las acciones americanas caen, lideradas por los bancos, las compañías minoristas y de tecnología por especulaciones a que el plan de salvataje del tesoro de los Estados Unidos fracasara en prevenir una recesión.
El índice SyP 500 cayó mas de un 2,7 por ciento eliminando casi un tercio de las ganancias obtenidas en las últimas dos ruedas. Sovereign Bancorp, Marshall Corp y Washington Mutual perdieron más de un 20 por ciento por temores a que el salvataje bancario disminuirá el valor de sus activos hipotecarios. Por otra parte, Apple y Cysco Systems arrastraron las acciones de computación por temores que una desaceleración de la economía podría reducir las ventas.
Con respecto a las últimas fusiones y adquisiciones, Mitsubishi UFJ Financial Group estaría dispuesto a invertir unos $8.400 millones de dólares en el banco de inversión Morgan Stanley. Según datos recientes, el gigante japonés Mitsubishi UFJ habría acordado comprar hasta un 20% de Morgan.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

De la periferia al centro

Por Guillermo Omar Oliveto

Uno de los autos más innovadores de los últimos tiempos llegaría al mercado sobre finales de este año. ¿De dónde viene? ¿De los Estados Unidos, de Alemania, Francia o Japón? No. Viene de la India. Así como lo fue en su momento el "Escarabajo" de Volkswagen, el "Nano" de Tata Motors promete ser "el nuevo auto de la gente". Su valor rondará los 2500 dólares. Se transformará en el ícono del nuevo mercado de la "accesibilidad". Ratan Tata es el dueño del grupo económico que lleva su nombre. Sus 96 empresas facturan, en conjunto, unos 22.000 millones de dólares al año. Tienen presencia en más de 50 países y exportan a unos 120. Ratan se acaba de dar un pequeño gusto: quedarse con dos empresas emblemáticas de la más alta alcurnia británica: Jaguar y Land Rover.

Acuciadas por la violenta descapitalización originada en la crisis de las hipotecas, diversas entidades financieras de las más prestigiosas de los EE.UU. tomaron la difícil decisión de vender parte de sus acciones y salir a buscar dinero fresco. ¿Quiénes las compraron? Entre otros, los entes de inversiones de Kuwait y Abu Dhabi, las corporaciones de inversiones de los gobiernos de Singapur y de China y hasta fondos no identificados de Oriente Medio.

"Vamos a ser el club más grande del mundo, más que el Real Madrid y el Manchester United." ¿Quién conmovió al ambiente del fútbol con semejante desafío? Sulaiman Al-Fahim, cara visible del Abu Dhabi United Group for Development and Investment, un fondo de inversión que cuenta directamente con el sustento de la familia real del emirato. Pagaron 230 millones de euros por el Manchester City, un club que no sale campeón de la liga inglesa desde 1968. Ya tienen al crack brasileño Robinho, que dejó el Real Madrid tras un pago cash de 42 millones de euros. Y, por si fuera poco, van por el jugador del momento: Cristiano Ronaldo. Pagarían la mayor cifra jamás pagada por un jugador de fútbol: 240 millones de euros. En la tierra de los inventores del fútbol hoy reinan los árabes y los rusos: no nos olvidemos de Román Abramovich, que, en 2003, se quedó con el Chelsea.

Hablando de rusos, el ex presidente Mikhail Gorbachov es una de las nuevas estrellas de la campaña global de la marca Louis Vuitton. Si esta imagen no fuera ya suficientemente paradójica, lo sería que en la mítica Plaza Roja de Moscú los turistas puedan visitar el mausoleo de Lenin y regodearse en uno de los shopping centers más lujosos del planeta casi al mismo tiempo. Entre una y otra atracción hay sólo cien metros.

El hombre más rico del mundo es mexicano. Carlos Slim. La tercera fábrica de aviones comerciales del mundo es brasileña, Embraer.

En dos de las economías más liberales de hoy se acaban de quemar todos los libros: el Estado se vio obligado a intervenir para salvar de la bancarrota a algunas de sus entidades financieras. En los Estados Unidos, Bear Sterners, Fannie Mae y Freddie Mac y en Inglaterra, el Northern Rock Bank. Henry Paulson, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, acaba de confesar que es muy difícil saber el costo del rescate de todas estas financieras. George Soros, luego de anunciar en Davos 2008 que estamos frente a la peor crisis de las finanzas desde los años 30, aseveró: "Sin reglas, el capitalismo se destruirá".

Tiene sentido la reflexión de Ricardo Lagos, reconocido como uno de los mejores estadistas de los últimos tiempos en la región, y lejos de ser considerado estatista o populista: "Una sociedad que espera que el mercado todo lo resuelva va a terminar siendo una sociedad de mercado, con las diferencias que tiene el mercado". Barack Obama también se anotó en la carrera que promete recrear las reglas del capitalismo: "Demasiadas veces hemos disculpado o abrazado una ética de la codicia. Eso ya ha amenazado la estabilidad de largo plazo de nuestro sistema. Hoy tenemos que crear un nuevo marco regulatorio del siglo XXI".

El libre mercado, tal como se lo pregonó en los últimos años, quedará para otra instancia. El Estado ha vuelto a ocupar un lugar central en la escena. ¿El mundo se ha vuelto loco? Luego de un largo ciclo de prácticamente dos décadas de crecimiento continuo, a una tasa promedio del 4% anual, da la impresión de que estamos ingresando en el reino del revés. Todo parece estar patas para arriba. Y, de algún modo, lo está.

Hay un modelo que imperó durante esa larga fase de crecimiento que está crujiendo. Y otro modelo, una especie de hijo bastardo de ese proceso, que ya está dando pruebas de merecer atención. Mientras el centro gozaba de los beneficios de la "globalización 1.0", dejó que fuera la "mano invisible" del mercado la única encargada del control.

Cuando, en la portada de su número del 31 de diciembre de 2007, la revista Time declaró a Vladimir Putin personaje del año, dio cuenta de un fenómeno que ya trascendió la esfera económica para avanzar sobre lo político y lo social. Como quedó claramente demostrado en el reciente conflicto del Cáucaso, el espíritu zarista renace.

La lógica de la "globalización 1.0", hija dilecta de aquel "fin de la historia" que proclamó Francis Fukuyama en julio de 1989, y que se transformó, el 9 de noviembre del mismo año, en "verdad irrefutable" tras la caída del Muro de Berlín, está siendo fuertemente cuestionada.

Una nueva lógica, la de la "globalización 2.0", pelea por su espacio en las mentes de millones de personas que comienzan a creer en un mundo ya no unidireccional -del centro a la periferia-, sino bidireccional -del centro a la periferia y de la periferia al centro- y hasta "multidireccional" -de una periferia a otra periferia-. Nos movemos de una impronta vertical a una horizontal. Otro intelectual americano, el tres veces ganador del premio Pullitzer, Thomas Friedman, ocupó el lugar de Fukuyama cuando se ocupó de bautizar este nuevo tiempo. Lo llamó la era del "mundo plano".

El "dinero nuevo" ya no está en el centro, sino en los bordes. Cabe remitirse a los números. En el período 2003-2008, mientras la economía de los Estados Unidos habrá crecido un 15%, la de Europa, un 11,5%, y la de Japón, un 11%; la de China lo hará un 64%; la de India, un 52%; la de Rusia, un 41%, y la de Brasil, un 25%. Por supuesto que es en "el centro" donde sigue concentrándose la mayor parte del stock de riqueza del mundo: los EE.UU., Japón y Alemania continúan siendo las tres principales potencias económicas globales. Si consideramos la Comunidad Económica Europea como un todo, es tan importante como los Estados Unidos. Ambos manejan casi 2/3 de la economía global. Pero una cosa es el stock y otra el flujo. La velocidad de crecimiento de "los bordes" es muy superior a la del centro.

Como bien sugiere el futurólogo americano John Naisbitt en su último libro, Mindset, 11 mentalidades para prever el futuro , "el futuro es un conjunto de posibilidades, hechos, giros, avances y sorpresas. En una proyección del futuro, tenemos que prever dónde van las piezas, y cuanto más comprendamos las conexiones, más exacta será la visión. ¡Vean el futuro como un rompecabezas!".

La primera conclusión a la que podemos llegar, siguiendo su sugerencia, es que puede imaginarse un futuro próximo con más piezas. Y nuestra región crece en importancia desde la nueva perspectiva de un mundo multilateral, donde cada cual lleva a la gran mesa de la globalización lo mejor de sí. Entre 2003 y 2008, América latina crece un 28%. Todos sus países, con regímenes económicos y políticos diferentes, han crecido en los últimos 5 años, y la Cepal acaba de confirmar que se prevé que lo hagan también en los dos próximos.

Sucede que los grandes motores de la globalización 2.0, esos milenarios países de los bordes que conjugan ahora su tradicional vocación y potencia imperial -como quedó demostrado en la maravillosa escenificación de los recientes Juegos Olímpicos de Pekín-, con la imprescindible condición capitalista que les permite subirse a la red global; a medida que mejoran la calidad de vida de su gente -nada menos que la mitad de la población mundial-, requieren más y más de lo que nosotros tenemos para vender. Fundamentalmente, tres grandes cosas: comida, energía y talento.

En palabras del pensador francés Alain Touraine: "El final de un mundo no es el final del mundo".

El mundo no está loco, sólo está cambiando su estructuración. Aquellos que son capaces de visualizar hoy las nuevas conexiones que se están tejiendo logran tener más clara la figura final del rompecabezas. Se dibuja ante sus ojos una oportunidad inédita en más de cien años. Si aún quedaran dudas, un reciente informe de la Fundación Producir Conservando, comandado por el economista Juan José Llach, sobre la base de datos de la FAO, lo acaba de confirmar: la demanda de alimentos seguirá muy firme de acá a 2020, con crecimientos del consumo superiores al 90% en productos clave para la región, como la soja, el maíz, el trigo, la carne vacuna, la carne de pollo, la leche, y las frutas. Otro economista, Miguel Angel Broda, publicó meses atrás, en este diario, que en Europa un kilo de lomo hoy vale igual que 4 kilos de Audi.

Cuando ya se cuentan por cientos de millones los que empiezan a comer mejor y la demanda crece más rápido que la oferta, los términos de intercambio cambian. Siendo también parte integrante de "los bordes", son varios los países y los gobernantes latinoamericanos -con Brasil y Lula a la cabeza- que en el vecindario de la Argentina están viendo la oportunidad y van por ella ¿Lo lograremos nosotros?

El autor es consultor en tendencias de consumo.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Tus bienes bajan de precio y en el super todo sube

La caída de los precios de las viviendas ha provocado el muy temido fenómeno de "deflación de la deuda". Los precios aumentan en la caja del super, pero el precio de los bienes, que es lo que importa en los balances, cae con rapidez.

Tus bienes bajan de precio y lo que compras cada vez cuesta mas

Tal como señaló el economista Irving Fisher allá por 1993, cuando los individuos y las empresas muy endeudados tienen problemas financieros, usualmente venden sus bienes y usan lo recaudado para pagar sus deudas. Sin embargo, lo que Fisher señaló es que esas ventas son contraproducentes cuando todo el mundo hace lo mismo. Si todo el mundo vende sus bienes al mismo tiempo, la caída resultante de los precios del mercado socava la situación financiera de los deudores antes de que pueda cancelarse la deuda. Así, la deflación de los precios de los activos puede convertirse en un círculo vicioso. Y una consecuencia de lo que Fisher denominó "la estampida de ventas" es una severa depresión económica.

Eso es lo que está ocurriendo ahora, y la deflación de la deuda se vuelve aún más grave debido a que los actores financieros clave también fueron financiados: sus bienes y valores fueron comprados con dinero prestado.

lunes, 8 de septiembre de 2008

La vieja tradición de hacer a un lado el libre mercado

Por Nelson D. Schawrtz

De The New York Times

A pesar de las décadas de retórica de mercado libre por parte de los legisladores republicanos y demócratas, Washington tiene una larga historia en lo que se refiere a proporcionar ayuda financiera al sector privado cuando los riesgos económicos o políticos de un colapso corporativo parecen demasiado altos.

El esfuerzo por salvar a Fannie Mae y Freddie Mac es sólo la última de una serie de maniobras financieras del gobierno que se remontan al rescate de la Lockheed Aircraft Corporation y de la Central Penn Railroad durante la presidencia de Richard M. Nixon, el apuntalamiento de Chrysler en los últimos días de la administración de Carter, y el rescate del sistema de ahorro y préstamo a fines de la década de 1980.

Más recientemente, en medio de la crisis que provocaron en el sector aéreo los ataques terroristas del 11 de Septiembre, el Congreso aprobó subsidios y préstamos por un valor de 15.000 millones de dólares para aliviar el desastroso estado de las líneas aéreas.

Ahora, con el salvataje de Fannie Mae y Freddie Mac apenas seis meses después de que la Reserva Federal orquestara el rescate de Bear Sterns, resulta evidente que la crisis hipotecaria ha obligado al gobierno a dejar de lado una vez más la ideología y acudir al rescate de las empresas en dificultades. "Si alguien creía que teníamos un sistema financiero puramente de mercado libre, tendrá que volver a pensarlo", dijo Robert F. Bruner, decano de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia.

La analogía histórica más próxima a la crisis Fannie-Freddie es el rescate de los sistemas de crédito agropecuario y de ahorro y préstamo de fines de la década de 1980, según dijo Bert Ely, un consultor bancario que siempre ha criticado a las empresas de financiación hipotecaria.

El rescate del sistema de ahorro y préstamo vino tras varios años de altas tasas de interés y riesgosas prácticas prestamistas, y acabó por costarles a los contribuyentes alrededor de 124.000 millones de dólares, mientras que los bancos contribuyeron con otros 30.000 millones, según declaró Ely.

Costoso rescate
Incluso si el rescate de Fannie y Freddie termina costando miles de millones de dólares, es posible que el colapso del sistema de ahorro y préstamo siga siendo el más costoso hasta la fecha, dijo Lawrence J. White, profesor de economía de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.

"La debacle del sistema de ahorro y préstamo costó más de 100.000 millones, y la economía hoy tiene el doble de tamaño que la de fines de la década de 1980", dijo. "No creo que esta crisis sea tan grave como ésa, cuando más de 2000 bancos y cajas de ahorro se derrumbaron entre mediados de las décadas de 1980 y 1990."

Casi todas las pérdidas se originaron por el déficit existente entre lo que el gobierno les pagaba a los ahorristas y lo que recibía al vender las problemáticas inversiones inmobiliarias que había comprado al hacerse cargo de los ahorros en quiebra.

En el caso de Chrysler, el entonces presidente Jimmy Carter y los legisladores de estados con fábricas de automotores presionaron para que se aprobara un paquete de 1500 millones en préstamos garantizados para la automotriz en problemas. Lograron, además, que tanto los sindicatos como los prestamistas hicieran concesiones.

Aunque se recuerda el caso de Chrysler como un rescate importante, White dice que se trata de un rescate menor, comparado con la crisis del sistema de ahorro y préstamo o con el actual esfuerzo para salvar a Fannie y Freddie. De hecho, el gobierno no le dio dinero directamente a Chrysler y, en realidad, tuvo ganancias debido a las acciones que recibió gracias a los préstamos garantizados. En ese momento, Chrysler tenía una fuerza laboral de más de 100.000 personas. No obstante, Ely establece una diferencia entre el rescate de Fannie y Freddie y de los ahorros versus los paquetes de ayuda para Chrysler y otras industrias. "Esos paquetes no tenían un nexo federal", dijo. "No eran creaciones del gobierno federal."

Este esfuerzo también difiere de los anteriores debido al potencial efecto que tendría, en caso de que fracasara, sobre la economía en general y especialmente sobre el atribulado sector de la vivienda. A diferencia de lo que ocurría con una empresa automotriz en particular o incluso con un banco importante tal como el Continental Illinois National Bank and Trust, que fue rescatado en 1984, el país "depende de Fannie y Freddie para financiar casi la mitad del mercado hipotecario", dijo Thomas H. Stanton, un experto en ambas empresas que, además, es profesor de la Universidad Johns Hopkins.

"El gobierno tiene mucho menos margen de maniobra con estas empresas que en los rescates anteriores", dijo.

martes, 26 de agosto de 2008

Egipto: puntos fuertes y débiles de una economía emergente

Según las estadísticas del Banco Mundial, la economía egipcia ha crecido notablemente en los últimos dos años, lo muestra sus valores entre los que están los países más virtuosos del grupo MENA (Oriente Próximo y Norte de África). Sin embargo, el cuadro macroeconómico está penalizado por una profunda crisis alimentaria, por una población en rápido aumento y por una escasa competitividad de las empresas en un escenario de economía global.


Egipto es en los últimos meses el centro de atención de los medios por las problemáticas internas ligadas a la inestabilidad política y social causada por el encarecimiento mundial de los precios de los productos agrícolas. Numerosas revueltas se han llevado a cabo en los centros urbanos a causa de la imposibilidad de poner fin a esta espiral inflacionista de los géneros alimentarios que aflige al que en un tiempo se denominaba el granero del Imperio Romano. Sin embargo, el análisis estadístico de los principales indicadores macroeconómicos no parece poder describir y explicar la situación tal y como se presenta hoy. El 2007 registró un aumento del PIB del 7,1%, confirmando el índice positivo del 2006 que se demostró en 6,8% sobre la base anual. También el flujo de las inversiones directas externas ha sufrido un notable aumento, señal de que las reformas económicas aprobadas en los pasados años ha comenzado a producir sus efectos. Sin embargo, a estos resultados les cuesta manifestarse a nivel macroeconómico a causa de una escasa redistribución de la riqueza y de una falta de competitividad del sector industrial y del mercado de trabajo.
Agricultura de subsistencia y el sector secundario en expansión

La agricultura de subsistencia ha producido en el 2007 el 15% del PIB nacional, el 3,7%, respecto al año anterior. Las razones de dicho incremento están esencialmente ligadas al aumento generalizado de precios antes señalados. A pesar de estos resultados, el sector primario egipcio esta esencialmente ligado a la dinámica de subsidiaridad interna desde el momento en que cerca del 85% de la propiedad está gestionado por pequeños agricultores que no poseen los medios y los conocimientos para acumular un plus de producción. Tal condición implica que Egipto esté todavía muy lejos de la autosuficiencia alimentaria. Las razones de tal condición se encuentran además en la preponderancia masificada de los cultivos de arroz en los otros segmentos. La cultura del arroz se adapta particularmente a la morfología del delta del Nilo donde se concentran los principales cultivos. No se puede decir lo mismo de la cultura del grano, que además ha llevado a Egipto a estar fuertemente expuesto a las variaciones del precio internacional de este bien que debe ser importado en masa.

El problema es todavía más grave en un país en que dos quintas partes de la población gastan todavía más del 50% de su propia renta anual en alojamiento y alimentación. Dicho dato se manifiesta en el momento en el que se analiza el número de las tarjetas personales de racionamiento otorgadas por el Ministerio de Solidaridad Social, cerca de 56 millones, a la par con el 75% de la población egipcia. Dicha situación condiciona fuertemente los equilibrios presupuestarios nacionales que en 2007 han firmado un crecimiento del 4% sólo en lo que concierne a los subsidios alimentarios. Con el fin de que el sector primario sea el principal punto fuerte de la economía egipcia, influenciando también la creación de filiales agroindustriales y textiles, el reparto industrial se ha podido beneficiar de una fuerte política gubernamental con el apoyo de la iniciativa privada, a menudo demasiado olvidada por la planificación estatal. El sector industrial en auge es el extractor, ya sea de gas o de petróleo, que permite al país mantener una cierta autonomía energética. Ligado a este sector se subraya la expansión del sector petroquímico, de las refinerías y de la industria de fertilizantes.

Otro sector central es el de la construcción que también en 2007 ha crecido un 15% con un volumen de negocios similar al 5% del PIB. Indudablemente, el sector se está beneficiando del boom inmobiliario que atraviesa todo Oriente Medio y de los planes gubernamentales de desarrollo de las infraestructuras públicas: como una tercera línea del metro del Cairo y Alejandría, una nueva red de alcantarillado para la capital, el nuevo museo de arte egipcio de Giza y la tercera terminal del aeropuerto del Cairo.
Saldo comercial y balanza de pagos

Debiendo luchar contra los continuos déficits en la balanza, el gobierno egipcio ha iniciado en 2003 un complejo sistema de reformas macroeconómicas dadas para animar el comercio internacional y promover el sector privado. Los sectores que se han beneficiado más de estas políticas son el de construcción, el relativo al paso por el canal de Suez, el de comunicación y el turismo. La devaluación de la lira egipcia en 2003 ha tenido consecuencias comerciales positivas sobre las exportaciones, sobre todo competitivas; mientras que se ha evitado el encarecimiento de las importaciones a través de la reducción de las tarifas aduaneras de entrada. Globalmente el comercio exterior ha aumentado un 22,4% respecto al 2006. Las exportaciones han visto un alza de 15-20%, pero más alta está la demanda de las importaciones (29%) también a causa de los encarecimientos de los géneros alimenticios, ya evidenciados, confirmando el desequilibrio estructural de la balanza comercial. El déficit comercial ha aumentado un 32% por un total de 15.500 millones de dólares, similar al 12,4% del PIB. Afortunadamente, la vuelta de los expatriados, el turismo y otros servicios recibidos han permitido un plus en lo que se refiere a la balanza de pagos.

También las inversiones extranjeras directas se han beneficiado del nuevo curso económico liberal. En 2006 llegaron a los 10.000 millones de dólares, mientras que en 2007 fueron 8.000 millones; un resultado excelente considerando que en los primeros cuatro años de 2000 se llegó a una media de 800 millones anuales. Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí han pasado a ser los países más atractivos para las inversiones directas, contabilizando alrededor de la mitad de los flujos de inversión directa en la región. En 2007 pudieron colmar el 70% del déficit egipcio, pasando a ser el mayor mecanismo de financiación del crecimiento macroeconómico.
Apertura internacional y escasa competitividad nacional

Egipto ha continuado la política de apertura internacional a través de la ampliación de los acuerdos comerciales con otros países de la región y de la Unión Europea. Egipto forma parte del proceso de Barcelona y desde 2004 ha rebajado los impuestos de las aduanas a la UE. Dentro del Action Plan de la UE, Egipto inició un programa de modernización industrial en el bienio 2003-2004, con un presupuesto de 437 millones de euros y un aporte europeo de 250. Los objetivos de este programa consistían en integrar al país en la economía mundial. Europa es el primer socio comercial de Egipto e Italia es el país miembro que más importa de este país árabe.Sin embargo, las empresas egipcias son poco competitivas internacionalmente; un fenómeno bien representado por el profundo déficit comercial que sufre. Según el Global Competitiveness Index (GCI) de 2008, del World Economic Forum, Egipto ha descendido desde el puesto número 71 al 77 en la clasificación de los países con mejor nivel de competitividad internacional. Las causas principales de este descenso se relacionan con el escaso capital humano, tanto en el mercado del trabajo, como en la educación primaria. Respecto al primero de estos dos elementos, Egipto se sitúa en el puesto número 130 sobre los 131 existentes; mientras que en cuanto a la calidad de la educación primaria del país, ocupa la posición número 126. Estos resultados tienen consecuencias directas en la productividad laboral, también en continuo descenso. Las razones de estas condiciones tienen origen en una distribución desequilibrada de la riqueza, concentrada en la capital y en rápido crecimiento crecimiento en sectores con baja intensidad de trabajo, que no ofrecen oportunidades de trabajo y por tanto riqueza generalizada en un país donde la fuerza de trabajo aumenta continuamente. El sector turístico es un ejemplo de esta situación, ya que, a pesar de que sea una de las principales fuentes de riqueza de Egipto, ha alcanzado sólo el puesto 66; una señal de que el sector está aún muy lejos de los estándares aceptables que un país turístico podría alcanzar.
Conclusiones

La situación macroeconómica de Egipto obliga al país a seguir la reforma que inició hace dos años. Los objetivos son muchos: unos estrictamente económicos, otros sociales, pero todos dirigidos a aumentar la competitividad empresarial del país y resolver la crisis alimentaria. De hecho, estos dos problemas tienen consecuencias directas sobre los tres puntos débiles más importantes de la economía egipciana: inflación, un persistente déficit comercial y un crecimiento desequilibrado. En la última cumbre de la FAO se habló de la necesidad de invertir en el sector agrícola para aumentar la productividad media de los suelos. Las medidas iniciadas han sido la autorización de la semilla de maíz transgénico (primer país árabe que lo permite) y la utilización de sistemas nuevos de rotación de suelos, utilizando restos de arroz como fertilizante. Se han lanzado también importantes proyectos de reestructuración de la red hídrica. El error en el que no deben caer las autoridades de El Cairo es el de fomentar la sustitución de cultivos de arroz por trigo (para reducir las importaciones), ya que el suelo de Egipto no es muy productivo y el objetivo de la autosuficiencia alimentaria se alejaría aún más.En cuanto al sector industrial, el objetivo reside en aumentar la productividad sin reducir los salarios, para que no decrezca el consumo (ya bajo por el aumento de la inflación). Los programas estatales deberían incluir a las áreas rurales como el Alto Egipto, donde el 65% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. El sector turístico pretende multiplicarse por tres antes de 2020, desarrollar sus infraestructuras, capaz de generar riqueza en áreas amplias. El programa ya se ha lanzado, sin embargo los objetivos aún están lejos: mantener un nivel de crecimiento medio del 7% hasta 2012, reducir el desempleo por debajo del 5%, según prevé el plan 2007-2011 y reducir a la mitad la pobreza, como se ha definido en los Objetivos del Milenio.